El antiguo Anáhuac
La cultura antigua

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Mayas, aztecas y nahuas

(Autor: Santiago Marino Mojica Román)


Según la opinión de Christian Duverger, a partir del los libros de Lloyd Stephen y Frederick Catherwood, producto de sus viajes por Centroamérica y la península de Yucatán (libro I, libro II, litografías de Catherwood), efectuados a mediados del siglo XIX, se empezó a ver a los mayas como a los griegos del nuevo mundo. Así, los mayas habrían sido los creadores de una civilización que se irradió hacia el resto del México y Centroamérica. Los mayas habrían sido los inventores del calendario, del cero y del sistema posicional en los números y habrían sido consumados astrónomos. Por ello, la clasificación de la historia antigua del Anáhuac sigue el canon europeo ubicando a los mayas dentro del período llamado clásico. Bajo esa óptica, todo lo anterior a los mayas (preclásico) es de menor grado de desarrollo y lo posterior (posclásico) es decadente. Si las ciudades mayas fueron abandonadas, eso solo puede interpretarse como un signo de decadencia. La no aparición de la Cuenta Larga en estelas y otros monumentos, solo se explica por la decadencia de la civilización maya.

Sin embargo, la permanencia iconográfica, simbólica y mítica, desde épocas muy anteriores a las primeras ciudades mayas, hasta la llegada de los españoles, nos habla de una sorprendente continuidad cultural. Esto nos dice claramente que los portadores de un acervo cultural no son los edificios ni las cosas. Los verdaderos portadores de la cultura son los seres humanos y estos no desaparecieron cuando los mayas abandonaron algunas de sus ciudades. Los mayas, nahuas, mixtecos y muchos otros, siguieron construyendo ciudades y templos; y siguieron escribiendo libros con sus historias y con sus observaciones del cielo. Solo una sólida continuidad cultural hizo posible que los mayas y nahuas pudieran contar su pasado remontándose mas de 1500 años . Y si le damos validez a la Leyenda de los Soles, ese remoto pasado abarcaba mas de 2500 años.

Cuando las primeras ciudades mayas empezaron a descollar, otras gentes habían ya construido una inmensa urbe a partir de la cual se irradiaría hacia todo el Anáhuac un conjunto de conocimientos y conceptos míticos y religiosos. Esa ciudad, era Teotihuacan, la mas grande urbe construida en el antiguo Anáhuac. Mientras que en las ciudades mayas del llamado periodo clásico se construían los techos de sus edificios mediante la llamada "falsa bóveda", en Teotihuacan se utilizaba el talud y tablero.

Pero el inicio del explendor teotihuacano parece ser la continuidad de lo que, a falta de otro nombre, se llama cultura olmeca. Desde el altiplano central mexicano hasta muy adentro de Centroamérica encontramos elementos culturales que nos indican que el Anáhuac, al momento de la fundación de Teotihuacan, era ya una sólida unidad cultural. Las rutas de comercio que funcionaban a la llegada de los españoles, ya estaban plenamente establecidas desde aquellos primeros años.

Para los primeros mayistas fue una gran sorpresa que se descubrieran vestigios no mayas que antecedian en muchos siglos a estos. Pero la mayor sorpresa llegó cuando, en 1939, Matthew W. Stirling dio a conocer la estela "C" de Tres Zapotes, en el corazón de la Zona Olmeca, que contenía la Cuenta Larga con los numerales 16.6.16.18, 6 Eznab (Técpatl) escritos con el sistema de puntos y rayas. Faltaba el numeral correspondiente al Baktún. Stirling dedujo que el número faltante era el 7, por lo que la cuenta completa era 7.16.6.16.18, 6 Eznab (Técpatl) lo que la hacía muy anterior a las inscripcionas maya mas antiguas. Thompson, a pesar de su gran conocimiento de las cuestiones mayas, no estuvo de acuerdo con Stirling. Las razones de Thompson pudieron ser cualquiera, pero la verdadera razón era esa visión equivocada de que los mayas eran la cuna de la civilización en el Anáhuac. El tiempo le dio la razón a Stirling y demostró que Thompson estaba equivocado. En 1971 se descubrió la parte faltante de la estela conteniendo el numeral 7 como Stirling lo había deducido.

La cuenta de la estela de Tres Zapotes demostraría que el sistema de numeración de puntos y rayas, el sistema posicional, el calendario, la Cuenta Larga y el Tonalpohualli-Tzolkin
no fueron invención maya. Otras estelas y piedras grabadas demostrarían que tampoco la escritura fue invento maya.

Entre los estudiosos de la historia antigua hay una especie de amor exacervado hacia su materia de estudio. Cada quién quiere resaltar la importancia del grupo cultural que estudia. Unas veces exageran los datos y en otras les es difícil aceptar las evidencias que les desmienten. Por ello Thompson se equivocó con la estela de Tres Zapotes y se equivocó al menos en otras dos cuestiones muy importantes en el estudio de la historia antigua, como lo son el desciframiento de la la escritura maya y la correlación.

Muchos estudiosos del tema, siguen hablando del calendario como una invención maya, a pesar de tantas evidencias en contra. Otros, teniendo en cuenta esas evidencias, han acuñado la expresión de que el calendario "fue inventado por los olmecas pero fue perfeccionado por los mayas". En realidad no hay nada que permita tal afirmación. Como el término olmeca se utiliza para designar ciertos razgos culturales sin que se tenga la certeza definitiva de sus caracterízticas étnicas, debemos, por el momento, contentarnos con la definición del calendario como un elemento mas del gran patrimonio común de los pueblos del antiguo Anáhuac.

Contrario a como en todo el mundo se ve a los mayas como los grandes civilizadores y creadores de todos los conocimientos en el Anáhuac, a los nahuas se les ve como un pueblo advenedizo que habría adquirido sus conocimientos y el calendario a partir de los mayas. Esta visión está basada en el equívoco de ver a los nahuas a partir de la historia mexica. Aún la historia mexica está mal interpretada.

Alguien vio por ahí la palabra "azteca" asociada a los mexicas y decidió que azteca era su nombre. Hay documentos como las Relaciónes y el Memorial Breve de Colhuacan de Chimalpáhim que nombra a los Mexicas como "teochichimecas aztecas mexitin chicomoztocas" y también les llama colhuas. Mexitin era el nombre original de la nación. Teochichimeca era el nombre de aquellos pueblos que, dedicados a la cacería, adoraban también al sol. Pero estos podían pasar periodos de andar en busca de otras tierras alternados con periodos de asentamiento. No eran pueblos bárbaros como algunos entienden. Azteca era el gentilicio de los que vivieron en Aztlan al igual que chicomoztoca era el gentilicio de los que estuvieron en Chicomóztoc. Los Mexitin que posteriormente se llamaron mexicas, decían haber estado en Aztlan y en Chicomóztoc al igual que otras naciones que también por ello eran aztecas. Por lo tanto, el nombre de la nación cuya capital era Tenochtitlan, es el de mexica. Los mexicas que habitaron Tenochtitlan se llamaron también Tenochcas y los que habitaron la ciudad gemela de Tlatelolco se llamaron Tlatelolcas. El término colhua o teocolhua se debe a que dicen las historias mexicas que cerca de Aztlan estaba la gran ciudad de Teocolhuacan a donde llegaron también. Pero al final los mexicas tenochcas se autonombran colhuas porque el linaje de sus gobernantes tuvo como origen la ciudad de Colhuacan asentada a la orilla del lago de Texcoco. El linaje de los gobernantes Tlatelolcas se originó en Azcapotzalco.

Según una historia mexica,el Memorial de Colhuacan, los antiguos teochichimecas llegaron a este lugar en el año 670 d.n.e. (de nuestra era) y en el año 717 tuvieron su primer tlatohuani (gobernante) con lo que empezó su tlatocáyotl (reino o señorío). Los chichimecas que habitaron Cuauhtitlan salieron de Chicomóztoc en el año 635. La ciudad de Tollan-Xicocotitlan (ver artículo de León Portilla), la conocida como Tula, inició la cuenta de sus años, según los Anales de Cuauhtitlan, en el año 726, 1 Tochtli, y en el año 856, 1 Técpatl, según Chimalpáhim, los Colhuas impusieron a un gobernante en Tollan. Cuando el chichimeca Xólotl irrumpe en el valle de México y se apodera de lugares como Tenayuca, Azcapotzalco y Texcoco, en el siglo XI o XII, la ciudad de Tollan-Xicocotitlan ya había sido abandonada y según la historia contada por sus descendientes como Fernando de Alva Ixtlixóchitl, todo alrededor del Valle de México estaba abandonado, lo cual es muy difícil de creer ya que ciudades como Colhuacan siguen contando sus historias y siguen ocupadas. Pero también seguían ocupados lugares como Cuauhtitlan, Xochimilco, Tamoanchan-Amaquemecan que, inclusive, ya estaban ocupadas desde antes de la llegada de los Teochichimecas a Colhuacan.

El factor común de todos estos pueblos era la lengua náhuatl. Los mexicas fundaron Tenochtitlan en el año 1325 y habían salido de Chicomoztoc, según unas versiones, en el año 1064, 1 Técpatl. Aún cuando los mexicas hubiesen llegado tardíamente al Valle de México, otras naciones nahuas ya estaban en el lugar muchos siglos antes. Pero estaban también en Xochicalco, en Cholula, en la costa del Golfo en Veracruz y Tabasco y habían, posiblemente, incursionado en territorio maya.

La Segunda Relación de Chimalpáhim empieza la cuenta de los años con 1 Tochtli en el año 3 a.n.e. (Antes de nuestra era). Y en 1 Tochtli, año 50 d.n.e. llegaron los antiguos Teochichimecas a Aztlan Teocolhuacan. No sabemos la verdadera ubicación de Teocolhuacan, pero coincide todo lo anterior con el inicio de Teotihuacan. Y, mas aún, lo que han llamado "caída de Teotihuacan" coincide con la fundación de otros lugares como Colhuacan, Cuauhtitlan y Xochicalco. En algunos casos debe ser "refundación" porque según estudios arqueológicos, algunos sitios como los alrededores del cerro Colhuacatépetl, ahora llamado "cerro de la estrella", habrían tenido una ocupación permanente desde el año 1500 a.n.e.

En la interpretación tradicional, como de acuerdo a los Anales de Cuauhtitlan los habitantes de Tollan-Xicocotitlan, los llamados toltecas, iniciaron la cuenta de sus años en el año 726 y de acuerdo a los informantes de Sahagún los toltecas eran hablantes del náhuatl, entonces los nahuas debieron haber llegado al Anáhuac en el siglo VIII. Esta interpretación deja de lado a los colhuas, a los xochimilcas, a los de Coyohuacan a los de Cuitláhuac, a los de Mizquic y muchos otros que ya estaban asentados desde antes de la llegada de los Colhuas. Pero especialmente se deja de lado a Cholula, ciudad ubicada en el Valle de Puebla que tenía prácticamente la misma antigüedad que Teotihuacan y que cuando llegaron los españoles en 1519, seguía ocupada. Los ocupantes eran una parte de los Toltecas-Chichimecas que habían abandonado Tollan-Xicocotitlan y en Cholula desalojaron a los Olmecas-Xicalancas. Así como los toltecas-chichimecas hablaban náhuatl, también los olmecas-xicalancas lo hablaban.

Con esa mirada muy rápida de la historia antigua podemos apreciar que los nahuas cuentan con una historia muy antigua que va mucho mas allá de lo que se les quiere conceder. Pero tal vez sea mas concluyente el hecho de que el único pueblo, portando una misma unidad cultural y lingüistica, que está presente en prácticamente todos los rincones del Anáhuac, es el pueblo nahua. No creo que se pueda explicar, si no es por su antigüedad, cómo un grupo recién llegado en el siglo VIII pudo haberse diseminado hacia lugares tan profundos del Anáhuac como lo son los actuales territorios de El Salvador y Nicaragua.

Los mayas que conocieron los españoles, es decir, los mayas de Yucatán y los Quichés y Cakchiqueles de Guatemala, entre muchos otros, eran mayas que acusaban una clara influencia náhuatl. En el Chilam Balam, en el Popol Vuh, en el Memorial de Sololá y en el Título de Totonicapan se puede apreciar esa influencia. En el Popol Vuh abundan las palabras claramente nahuas como Tepeu, Quetzalcoati, Tepepul, Ixpoch, Nanahuac y otras. Además de que, por ejemplo, el calendario quiché tiene un mes llamado Tlacaxipehual que no es otro que el segundo mes del calendario náhuatl Tlacaxipehualiztli. Hay una parte del Popol Vuh donde mencionan a los hermanos mayores que se quedaron en el oriente donde les amaneció. A estos les llama "yaqui tepeu". Yaqui es un nombre formado del verbo náhuatl ir, yauh, cuyo tiempo pasado en singular agregándole la partícula "qui" quiere decir "el que se fué", en plural es "yaque", "los que se fueron". Tepeu, seguramente está formado de "teuhctli", "señor" y del verbo "pehua", "comenzar". Así Tepeu seguramente significa "el señor del comienzo" o "el que nos dió principio". Entre los náhuas de Colhuacan y Tollan, se usaba el nombre "Totepeu", nuestro señor del principio", como nombre propio. También existe la acepción de "conquistador" para la palabra "tepehuani".

En la traducción al español del Popol Vuh de Adrián Recinos, cuando se menciona a Tepeu y Gucumatz, se añade la expresión "los progenitores" lo cual confirma mi consideración acerca de la palabra Tepeu. Esta palabra pasó a varias lenguas mayas para formar el verbo "tepehual" con el significado de gobernar. Pero hay otras como Yólotl, corazón o energía, que en varias lenguas mayas incluidos Yucatán, Chiapas y Guatemala, pasó como "yol" con el mismo significado. Inclusive, yo considero que la palabra "Tohil" o "Tojil", nombre del principal dios de los Quichés, es una deformación de "Teotl". En los diccionarios modernos de Quiché, encontramos la palabra "Teoj" con el significado de "dios" y "Teojil" con el de "divinidad". La palabra "Teotl" del llamado náhuatl clásico, en otras variantes como el de la costa del golfo pudo haber sido "teoh" o "teoj". Según el historiador Clavijero, el dios náhuatl que llevaba el nombre de "Téotl" por antonomasia era Tonatiuh, pero los nahuas que emigraron hacia Guatemala parecen haber adorado principalmente a "Tláloc", el dios de las lluvias, y Tojil es el dios de las lluvias y las tormentas.

Así como los Quichés y Cakchiqueles decían haber sido engendrados en Tulán Zuivá, el Chilam Balam dice que los Tutul Xiú provenían de Tulapan Chiconauhtla. Posiblemente ese lugar sea Chiconauhtla, un lugar cerca del lago de Texcoco y que seguramente estuvo inicialmente bajo control Teotihuacano y de Tula después. El caso es que el nombre del lugar es náhuatl y la palabra "Tulapan" es otra forma de decir ciudad, como sinónimo de "Tollan".

Se puede argumentar que la influencia náhuatl entre los mayas es tardía y que se da en los momentos de decadencia de estos, sin embargo la estela 31 de Tikal da cuenta de la presencia de un personaje llamado Yax Nuun Ayin con atuendo caracteríztico de la cultura representativa de Teotihuacan. David Stuart considera que la procedencia de este personaje es Teotihuacan, sin embargo, aunque todo apunta hacía esta ciudad, habría también que explorar otras posibilidades. Es posible que Yax Nuun Ayín sea un personaje náhuatl pero podría provenir de otras partes como la costa del golfo de Veracruz y Tabasco o sencillamente de Cholula. La estela 31 de Tikal marca la fecha alrededor del año 378 d.n.e., según la correlación GMT. Una fecha bastante temprana para la historia maya. Pero también en Copán aparece Yax Kuk Mo como fundador del linaje de gobernantes de esa ciudad alrededor del año 426. Y aunque al parecer, Yax Kuk Mo era un personaje de sangre maya,  su atuendo y anteojos parecen típicos de la cultura emanada de Teotihuacan.


Si Yax Nuun Ayin y Yax Kuk Mo eran personajes nahuas o influidos por ellos, entonces los nahuas no pudieron haber penetrado hacia el Anáhuac en el siglo VIII. Debieron haberlo hecho muchos siglos antes.

Se puede objetar que estamos asociando prematuramente a los nahuas con Teotihuacan, sin
embargo, en su ponencia David Stuart menciona que identificó al glifo maya "puh", al que da el significado de "lugar de los junquillos". En náhuatl "lugar de los junquillos" se dice "tollan" y este es el nombre que los nahuas daban a las grandes metrópolis, y de acuerdo al Popol Vuh quiché y al Memorial de Sololá Cakchiquel, los mayas también utilizaban este nombre.

Glifo Puh
Glifo Puh


Es posible que el título de Tollan se asignara a un lugar o ciudad paradigmática, como apunta Stuart. Un lugar de legitimación de los poderes.  Esto lo confirman los mismos quichés y cakchiqueles cuando en el Popol Vuh, en el Título de Totonicapan y en el Memorial de Sololá, afirman que acudieron a Tulán Zuivá para ser egendrados y recibir las insignias del poder.

En diversos lugares mayas como Acanceh (pronunciar Acanqué) en Yucatán, vemos la
representación del "lugar de los junquillos". De la misma manera, en Teotihuacan, en los murales de lugares como Tepantitla y Atetelco, se puede observar la versión teotihuacana del glifo Puh. En la imagen del mural de Tepantitla, entre las figuras humanas y la de una mariposa se ve la versión teotihuacana del glifo puh que quizá nos indique que el evento ahí representado aconteció en Tollan.
 

Glifo Puh de Tepantitla
Mural de Tepantitla

Aunque el glifo teotihuacano difiere ligeramente de la representación maya, según Maria Teresa Uriarte, cuando le mostró el glifo teotihuacano a David Stuart, este inmediatamente lo reconoció como el glifo puh.

No sabemos mas de la antigüedad de los náhuas porque la tradición era distinta a la de los mayas. Mientras que estos escribían sus cosas con una escritura fonética y revistieron sus edificios y templos con historias de sus gobernantes, aquellos tenían una tradición oral que utilizaba las pinturas como una especie de guión para contar sus historias.


(Copyright © 2011 Santiago Marino Mojica Román)

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