Notas
1.- Según una entrada del Gran Diccionario Náhuatl, tomada del diccionario extraido por Pilar Máynez del Códice Florentino, de acuerdo a las definiciones de Sahagún, el término "Anáhuac" era aplicado a varias regiones, lo cual le otorga sentido a la expresión "Cemanáhuac" como "todo el Anáhuac":
"ANAHUAC : "En el cerco del agua"
(Anaoac) (Anaoacatl) (Anaoac aiotlan) (Anaoac xilacanco) (Anauac)
El sexagessimo septimo edificio, se llamava Iopicalco, y tambien eoacalco: esta era una casa, donde se aposentavan los señores, y principales, que venjan de lexos, a visitar este templo, especialmente los de la provjncia de Anaoac. Lib.2, fol. 118, p. 172 r.
[Al referirse al gobernador de Tenochtitlan, Andrés Motelchiuh, comenta:] Y governo tres años, en tiempo de los españoles: con los quales se hallo en las conqujstas, de las provjncias de cuextlan, y de honduras, y de Anaoac. Lib.8, fol.4, p. 254 v.
[Cuando Ahuitzotl fue señor de Tenochtitlan:] En este tiempo los mercaderes entraron a tratar en las provjncias de Aiotlan y Anaoac: los naturales de aquellas provjncias los detuvjeron alla como captivos quatro años en el pueblo que se llama quauhtenanco. Lib.9, fol. 2, p. 310 v.
Despues que los mercaderes peleando por espacio de quatro años conqujstaron la provjncia de Anaoacatl: y como todos los de aquella provjncia se les rendieron, luego los mercaderes tlatilulcanos que los conqujstaron se juntaron y se hablaron. Lib.9, fol. 3, p. 311 r.
[Al referirse a los mercaderes, dice:] Todos yban acompañados acompañados los unos con los otros yban todos juntos hasta el pueblo de Tochtepec; en este pueblo se divjdian unos yban a Anaoac aiotlan, otros iban a Anaoac xicalanco. Lib.9, fol. 16, p. 324 r.
Desta manera dicha hazian sus viajes los mercaderes de Mexico, que llamavan tecuneneque: yendo a aquella tierra de Anaoac, que esta cerca de enemjgos de los mexicanos. Lib.9, fol. 18, p. 326 r.
Los mercaderes de otros pueblos no entravan en la provjncia de anaoac: solos, los mexicanos, y del tlatilulco, y sus compañeros, que eran los de uitzilobuchco, y de quauhtitlan: entravan en esta provjncia de Anaoac. Lib.9, fol. 38, p. 346 v.
Monas/o micos: ay munchas en esta tierra: crianse en las partes, que llaman anaoac, que es hazia oriente, en respecto de Mexico. Lib.11, fol. 14, p. 168 v.
[Al referirse al ave xiuhquechol, dice:] Criase esta ave hazia las partes, que llaman anaoac, que es el oriente de mexico, hazia la mar del sur. Lib.11, fol. 21, p. 175 r.
Ay otra ave que se llama xiuhtototl, que se cria en las provjncias de anaoac. Lib.11, fol. 22, p. 176 r.
[Al referirse al atzitzicuilotl] Nacen en la provjncia de Anaoac. Lib.11, fol. 27, p. 181 v.
El esmeril hazese en las provjncias de anauac y tototepec. Lib.11, fol. 215, p. 367 v."
2.- Aunque no soy partidario de "cultismo", permítame el amable lector en este caso la palabra "calepino". Pude haber dicho simplemente "diccionario enciclopédico" o "diccionario latino" o simplemente "diccionario náhuatl-español, español-náhuatl", pero como es seguro que quien lee estas líneas se encontrará nuevamente con esa palabra, me siento obligado a ofrecer una explicación:
El dicionario de la Real Academia Española, como es frecuente, nos ofrece una definición extremadamente lacónica que nos deja prácticamente en la misma situación:
(De A. Calepino, 1440-1510, agustino italiano, autor de un diccionario polígloto)
1.- m. p. us. Diccionario latino.
Real academia Española © Todos los derechos reservados
Las marcas m. p. us. significan "masculino, poco usado" como podemos ver en la "Advertencia para el uso de este diccionario", sin embargo tenemos que adivinar que Ambrogio Calepino (o Ambrogio de Calepio) quién nació en Calepio Italia, en 1435 y murió en 1511, según otras fuentes distintas a la de la Real Academia, publicó en 1502 un Diccionario de las lenguas latina e italiana. Posteriormente en ediciones subsiguientes, al diccionario original se le llegaron a agregar once lenguas. Es decir, el diccionario abarcó varias lenguas incluyendo la latina. Con el tiempo a este tipo de obras se les dió el nombre de Calepino y para algunos, como es el caso de la Real Academia Española, el nombre se le asigna a los diccionarios latinos. Sin embargo, el uso de la palabra se extiende a todo dicionario multiligüe como son los casos de los diccionarios de Alonso de Molina y el de Sahagún a los que se les llama Calepino.
3.- Desde hace muchos años, algunos estudiosos, entre ellos Salvador Novo, señalaron que en la lengua náhuatl, solo en el modo vocativo las palabras son agudas.
En el siguiente pasaje del Códice Florentino tenemos un ejemplo del uso del vocativo:
Tla xi hualuian, teteoé, ¿aquin tlatquiz, aquin tlamamaz in tonaz, in tlathuiz?
¡Vengan, dioses!, ¿quién llevará, quién cargará al sol, quién hará amanecer?
El plural de téotl, dios, es teteo y su forma vocativa es teteoé, ¡dioses!.
El influjo de los españoles, o tal vez de la lengua española misma, convirtió las palabras llanas en agudas. Sobre todo en los locativos he decidido escribir los nombres de acuerdo a la pronunciación que debió tener originalmente. Por ello escribiré, por ejemplo, Colhuacan o Teotihuacan en vez de Colhuacán o Teotihuacán.
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